Desde la óptica del interaccionismo simbólico, los individuos mediante sus interacciones con los demás son capaces de generar sus propias descripciones y conceptos.
Se construye el yo para definir la respuesta que tiene uno mismo frente a la reacción de los demás. Es así que, no debemos de olvidar la implicación del concepto mí, el cual se define como la actitud de los demás que el yo tiene que hacer frente.
En definitiva, para la construcción del self se tiene que tener en cuenta las interacciones construidas entre diversos individuos y el impacto del contexto social o ambiental. Lo que es lo mismo, se construye un fenómeno formado por experiencias de vida y acciones cotidianas que causan la realidad mediante las diferentes interpretaciones.
Este fenómeno se divide en diversas estructuras con el fin de concebir la cultura de una manera tipificada para analizar críticamente la realidad consciente y práctica de los diferentes actores.